Normas

Hace un tiempo que Ana pide dormir en la cama que está abajo de su cuna.

Para eso, con el papá -que es quién la duerme todas las noches-, establecieron algunas normas que Ana conoce bien pero, de todos modos, cada noche le pide que se las recuerde. Son:
1."No bajarse de la cama por ningún motivo"
2."No llorar"
3."Dormir tapada"
Anoche, cuando el papá terminó de decir las normas, Ana agregó enseguida:
-"Otra: vos no te vas por ningún motivo y me lees un cuento" (!)

Festival internacional de cine “Nueva Mirada” para la infancia y la juventud

Del 2 al 8 de septiembre se realiza la novena edición de este festival de cine en diversas salas de la Ciudad e Buenos Aires.

En esta oportunidad, participan películas de Alemania, Argentina, Bolivia, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Georgia, Japón, Países Bajos, República Checa, Rusia y Suecia.

Se podrán ver pelis para chicos y jóvenes que están clasificadas por edades: de 4 a 8 años, de 9 a 12, de 13 a 15 y de 16 años en adelante.

También habrá varias actividades paralelas como seminarios, talleres y conferencias para docentes, estudiantes y profesionales de los medios audiovisuales.

Entradas:

Docentes y estudiantes: libre y gratuita en las funciones de las 9 y 14hs

Escuelas: libre y gratuita con previa inscripción

Docentes y Jubilados: $4 en el resto de las funciones

Público general: $6

Toda la información y la programación completa en www.nuevamirada.com

Una útil guía inútil

Acabo de terminar de leer el libro Guía inútil para madres primerizas 2 que me prestó mi amiga Sonia.

Debo decir que me pareció buenísimo y que me sentí super identificada. Mucho más que con la primera guía. Seguramente porque a la primera la leí estando embarazada, cuando te reís de algunas cosas y pensás que otras a vos no te van a pasar. Después te pasan todas, pero ya ni te acordás del librito (ni de nada!)... así son los primeros meses, no?

Este segundo habla juuuusto de la etapa que estamos transitando ahora en mi casa. Una niña un poquito más grande, una madre que puede salir a trabajar un poquito más de horas sin la culpa del principio, un jardín de infantes, un cumpleaños con sus amigos del jardín.

Pero también habla de las cosas que "hay que ir dejando" alrededor de los dos años.

Cuando iba por la mitad del libro Sonia, mamá de un niño de un año, me dijo "¿viste que tiene partes graciosas?". ¿Gracioooooooooosas? Graciosas para una mamá de un nene de un año que lee este libro como yo leí la "Guí inútil para madres primerizas 1", pensando que para eso falta un montón y que algunas de esas cosas a ella no le van a pasar.

A mi no me pareció gracioso!!! Incluso lloré algunas veces en el tren mientras lo leía.

Lo bueno es que ya encontré un lugar para leer libros: el tren mientras viajo a la oficina, bien, un avance!

Mientras leía me sentía absolutamente reflejada: ¿Habla o camina?; "A socializar, a socializar" (el jardín); "No me come en colores"; "Es un vicio" (claro, el chupete).

Hasta que un día llegué al capítulo "Un capítulo de mierda" (dejar los pañales). Lo leí tranquila, como quién lee algo para lo que todavía le falta (porque hay que intentar que deje los pañales en verano).

Pero cuando llegué a mi casa ese mismo día, Ana se bajó los pantalones y me dijo "quiero hacer pis, vamos al baño". Naaaaaa! Fuimos al baño, eso lo cuento otro día!

Ahora estamos "acompañando" a Ana a que deje la mamadera. Digo "acompañando" pero en realidad ella no quiere saber anda. Es más, no toma casi leche cuando es en la taza de los Backyardigans que fuimos a comprar juntas y ella eligió; o en en vaso con pajita, igual al que usa Jazmín, su prima grande y admirada.

Me sentí acompañada por la Guía. La recomiendo :)

Manuelita

Ana canta la canción de Manuelita, de María Elena Walsh, pero versión propia:

Manuelita vivía en Pehuajó

pero un día se marchó

nadie supo bien por qué

a París ella se fue

un poquito caminando

y otro poquito... a upita de su mamá.

Gran noticia

Para tod@s los que los estábamos esperando... han vuelto!!! Si, en todas las librerías ya se consiguen nuevamente los libros de Edelvives para los chicos más chiquitos.

Mi primera recomendación es

"¡Que llega el lobo!"

Es simplemente genial. Tanto es así que si estás leyendo esto y tenés un hij@ menor de un año, te recomiendo que lo compres y lo tengas guardadito para alguna oportunidad... No vaya a ser cuestión que se vuelvan a agotar. No te lo pierdas!!

También tenemos "Las diez gallinas" y "Mi casa". No le llegan ni a los talones al del lobo, pero están bien igual.

Ahora le compramos a Ana

"Todo el mundo va" y pronto seguro llega a casa "El paseo de Nina".

Para los que están esperando un hermanito o planean hacerlo a la brevedad, me pareció DI VI No "¿Un pequeño qué?".

Un regalo espectacular para el que tiene un sobrinit@, un ahijad@ o el hijo de una amiga que espera un hermano.

La edad de los "¿por qué?"

Desde hace algunas semanas que Ana pregunta el por qué de todo. Van algunos ejemplos:

Ana conversa con su papá
Al volver del cumpleaños de una compañerita, le dijo a Pato: -"¿Sabías una cosa?, fuimos al cumpleaños de Emma y no llevamos el vaso violeta".
- "Por qué?", preguntó el padre.
- "No preguntes todo: "¿Por qué?", "¿por qué?" lo retó.

Ana conversa con Lore, su maestra
Parece que la nena ya le estaba haciendo demasiadas preguntas, entonces Lore (que es una divina) le preguntó a Ana:
- ¿Y por qué te subís al tobogán? Pero por qué te gusta? Pero por qué?
Entonces Ana la paró en seco:
- Lore, yo te pregunto a vos, no vos a mí!

Adelante, barriga picante

Ana juega todo el día a la casita. Una caja, una silla, cualquier cosa sirve para hacer de puerta e invitar a entrar:

"Paaaaase, barriga picante", dice con entonación y sonrisa de anfitriona.

Lo mejor y lo peor del cumple

-->Bueno, ya han pasado algunos días y puedo hacer una primera evaluación del cumple de Ana.

Hemos recibido buenos comentarios de las mamás (que no se embolaron) y hemos visto las caras sonrientes de todos sus hijos. Además, ninguno salió herido ni vomitando o con diarrea... eso ya es mucho!

Como si esto fuera poco, mi amiga Sonia me dijo que soy la pionera de los cumpleaños piolas (¡¡groso!!)

Pero vamos por más:

Las animadoras, unas GENIAS. Se llama La pandilla de Laura y se aprendieron el nombre de los 25 chicos en los primeros 10 minutos del cumple. Es muy lindo ver que la chica detrás del títere de vaca le dice a tu hijo "la vaca Lola ahora le va a dar un beso a Martín" y la pega, el nene en cuestión se llama así. Entonces sonríe y pone el cachete para que Lola le de un beso.

Tengo la duda con el tema de si es mejor hacer el cumple en un salón o en la casa. Debo decir que es un placer irse, cerrar la puerta y no tener que preocuparte por ordenar, limpiar y todo eso. Además, como en los salones no hay adornos ni sillones, tampoco es una preocupación durante el cumpleaños que nada se rompa o se manche. Esos son puntos a favor del salón.

En contra tengo que decir que me hubiera quedado un rato más entre "los íntimos".

Para el año que viene dudo si hacer todo junto, para los amigos del jardín y para la familia, o hacer dos eventos por separado.

Más allá de los detalles, creo que es muy importante una animación seria, que no excite a los chicos y que los respete.

Ah! Me olvidaba: Ana entró al salón que aún estaba vacío, vió la mesita para chicos con vasos de colores y el mantel de los Backyardigans, me miró y me dijo: "¡No lo puedo creer!"

La lechuza no hace shhh

Ana estaba re copada cantando bien fuerte la canción de "La lechuza". Llevaba su dedo índice a los labios cuando decía "hace shhhhhh, hace shhhhhhh". De pronto dejó de cantar, miró al papá y le dijo:
"La lechuza no tiene manos para hacer shhhhhh".

Ana cumplió 2

Nos preparamos para salir



Nos abrigamos


Nos divertimos


Cocinamos


Jugamos con burbujas




Soplamos las velitas (y comimos los confites de la torta)




Y seguimos comiendo confites!

Un lugarcito con ustedes

Desde que Ana duerme en la cama de abajo, se levanta y viene solita hasta nuestra habitación. Pésimo. En general yo la escucho (porque dice “Mami” antes de levantarse), y logro intersectarla en el pasillo que va de nuestra habitación a la suya.

Pero ayer a las cinco de la mañana logró llegar hasta mi cama. Yo abrí un ojo y ella me dijo “haceme un lugarcito acá, porque allá estoy yo sola”.

¡Fui corriendo a buscar una muñeca para que se sintiera acompañada en su cama!

Santo remedio

Ana estuvo varios días con más de 39 grados de fiebre. Entonces yo me la traía a dormir a nuestra cama para que ella se sintiera segura y contenida pero, sobre todo, para ternerla cerquita!!

La cuestión es que dejó de tener fiebre pero sigue con ganas de dormir con nosotros (en el medio, obvio y en forma horizontal: los pies a la altura de la espalda o panza del papá, y la cabeza para mi lado).

Ya no sabíamos qué hacer para que le encantara volver a su cama y dejara de llorar y gritar la única palabra “¡¡MAMÁ!!” en forma frenética cada vez que aparecía el padre o que yo tardaba más de 20 segundos en aparecer.

Entonces yo me acosté en la cama de abajo de la suya y le dije, con tono suave y serena, que ella durmiera tranquila en su cuna y yo me quedaba un rato ahí, en la cama de abajo. Pero nada. La niña seguía llorando a moco tendido (porque la fiebre se le fue, pero los mocos todavía no).

Probé otra opción (esta vez cayadita porque ya no me iba a salir voz ni suave ni serena): la pasé a ella a la cama de abajo y yo me senté en el sillón que está en su habitación. Santo remedio. Ana está copadísima en la cama de abajo, sin sábanas, a colchón pelado.

Este dedito compró un huevito

Mientras le cortaba las uñas a Ana, jugábamos a "éste dedito compró un huevito / éste lo cocinó / éste lo peló / éste le puso la sal / y éste pícaro gordito ¡se lo comió!".

Yo: - ¿Y este picarón se lo comió solito y no le convidó a nadie?
Ana: - Es que los otros no tenían hambre porque ya habían comido!