De ahora en adelante, no habrá que caer en Barby, Kitty o Cars. Habrá propuestas para diferentes edades y, sobre todo, creativas, originales y ¡testeadas! para chicos verdaderos a los que les gusta imaginar, construir, crear y divertirse. Esperamos que les guste, que les sirva y… ¡que nos lo cuenten para seguir creciendo juntos!
“El juego esta realizado en MDF, pintado con tintas al agua no tóxicas y biodegradables. Disfruto hacerlos, tomarme el tiempo de pintarlos uno a uno, elegir las telas, vestirlos, coser las bolsas en las que se guarda. Hay mucho cariño puesto en la fabricación. Y sobre todo me da placer hacer algo que luego chicas y chicos disfrutan tanto”, cuenta a Chicos y Papás Alicia, la creadora de Viste que viste.
“Cuando mi hija mayor cumplió cuatro años, me dieron muchas ganas de regalarle un juego de vestir que hace varios años solía regalar a niñas amigas. Lo busqué y busqué y como no lo hacen más, junto al padre de la pequeña decidimos fabricarlo nosotros mismos. Fue tan bien recibido, que me dieron ganas de hacer algunos mas, para regalar a personas queridas. Y luego me animé a producir para vender”, explica Alicia. ¡Y por suerte se animó! Ahora se puede comprar por Internet o a través de Facebook (y también está llegando a algunas jugueterías piolas).¿Sólo para nenas o también para varones? “Quizás nos imaginamos que es un juego mas para niñas pero los varones se enganchan un montón. Con el modelo de varón, ¡y con el modelo de mujer también! Crean prendas, diseños y también personajes: piratas, astronautas, superhéroes, ninjas. La creatividad de chicos y chicas es maravillosa”, dice Alicia, alegre y orgullosa.
“Me llegan relatos muy hermosos de los encuentros de los chicos con el juego: de la pila de regalos que reciben en los cumpleaños, se quedan jugando con Viste que viste, grandes y chicos compartiendo un momento de juego, chicas que dejan por un rato las flacuchas muñecas de plástico y se sumergen a crear indumentarias, una nena que se lleva el juego para que la acompañe en la mudanza hacia otro continente, otra que no se separa de su juego y lo guarda cada noche debajo de la almohada, un tío que se lo regala a su sobrina y luego no puede parar de jugar!”, cuenta Alicia mientras viste que viste.
