Esta semana me encontré con Ariana, una seguidora de este blog, que me contó que se va dos días de viaje ¡sin su hijo! Entonces me di cuenta de que no había contado aquí mi experiencia.
Me tocó tener que viajar por trabajo. Ana tenía dos años y un mes. Estuve afuera dos noches y tres días completos, completos: me fui un día a las 6 de la mañana, antes de que ella se despertara; y volví tres días después a las 12 de la noche, cuando Ana ya dormía.
Algunas cosas que hice para no sentirme tan culpable y para quedarme tranquila:
• Le pedimos a Margarita, la señora que cuida a Ana, que esas dos noches se quedara a dormir para ayudar al papá a la hora de la cena, el baño, etc.
• Dejé comida para esos días.
Eso es “a nivel casa”. Ahora pasemos al “nivel hija”:
• En una cartulina hice como “ventanitas” con otra cartulina de otro color. Hice tres ventanas, una por cada uno de los días que estaría afuera. Cuando Ana abría la ventanita, encontraba un dibujo de un sol, una luna y alguna otra cosa. Eso lo miramos juntas, un día antes de que me fuera. Yo le conté que me tenía que ir unos días, que ella se iba a quedar con el papá y con Margarita, y que en estas ventanitas, iba a poder ver que ese día se iba a despertar e iba a ir al jardín con papi, después iba a jugar, iba a dormir, y así.
• También le dejé unos caramelos que a ella le gustan, una plancha de stickers y un libro para que el papá o Margarita le dieran en algún momento si era necesario.
• Además (y esto estuvo muy bueno), chateamos con la cámara web. ¡¡Nos hizo muy bien vernos!! Hicimos “choque los cinco” con las manos, Ana me contó qué había hecho en el jardín y me tiró besos con ruido. La clave del éxito fue el horario en el que tuvimos nuestros encuentros virtuales: nunca a “la hora de las descontención” (a eso de las 19 o 20hs). Estuvo bueno hablar en un horario en el que Ana estaba tranquila, descansada y con su papá al lado.
Algo que no hice pero recomiendo hacer, es comprar un regalo para traerle ANTES DE IRSE. En mi caso, no encontraba nada que me gustara para traerle y no tenía tanto tiempo para buscar. Mejor tenerlo en la valija antes de salir, no?
La verdad es que dormí bien, sin interrupciones (cosa que aún no logro con Ana), y fue mucho menos dramático de lo que imaginaba!
Genia Iru! Puse un comentario apenas lo sacaste al post... pero no salió... no sé qué pasó.
ResponderEliminarAhora te puedo decir: gracias, gran servicio! Me fui, volví... y todos sobrevivimos!
Voy por más!
Besos! Ari.