miércoles, 20 de julio de 2011

Disney on ice



El fin de semana fuimos a ver el espectáculo de Disney en el Luna Park. Creo que los adultos estábamos más intrigados que los chicos por saber qué era eso. Y paso a contarles: el Luna Park estaba repleto. El espectáculo es muy cuidado y sólo lo recomiendo para aquellos pequeños fanáticos de Minnie y Mickey; Toy Story (aparecen Woody, Buzz y Jessie); Donald y Daisy; Pluto y Woofy; Alicia en el país de las Maravillas (no me había enterado que Disney compró la licencia); y Los Increíbles.

A las que les encantan las princesas de Disney, capaz van a quedarse con las ganas de ver un poco más. Sólo aparecen la Bella Durmiente y Cenicienta con un príncipe y no tienen un papel muy importante. Pero si conocen sus historias –cosa que no le sucede a mi hija- también verán a la mala malísima de Maléfica que logra arrancar los únicos llantos que se escuchan en todo el show.

La historia cuenta cómo Mickey y sus amigos recorren el parque de Disney World … Ariel Dorfman y Armand Mattelard, los autores de “Para leer al Pato Donald” se harían un banquete!! Mapa en mano, deciden si ir a “Tresaure Island” (así, en inglés como lo leen) y al resto de las “atracciones” que también tienen sus nombres en inglés.

En el recorrido se encuentran con Maléfica que quiere impedir que sean felices. A la bruja la ayudan soldados, “espectros”… ¿cuántos chicos conocen esta palabra?, y fantasmas que sobrevuelan la pista de patinaje. “¡Mirá los barriletes!”, me dijo mi pequeña al verlos volar.

Por suerte aparecen Los Increíbles y, “trabajando en conjunto” con el dream team de Disney y el público, logran despertar a Minnie y a Donald que habían sido dormidos por Maléfica. Final feliz. No podía ser de otra manera.

Debo decir que los patinadores patinan bastante bien aunque nadie descolla demasiado. Los trajes son muy bonitos y el maquillaje hace que todos se parezcan bastante a los personajes que vemos en las películas.

El espectáculo es en dos actos. Pero el segundo es muy cortito. Se nota que lo hacen para vender panchos, gaseosos, copos de nieve tricolores (muy bonitos!), tazas de Disney y algunas otras cosas que se les ocurran.

En la puerta, acechaban los vendedores de varitas, capas rosas y violetas y todo el merchandising que puedan imaginar o que ya hayan visto si ya llevaron a sus pequeños a ver algún espectáculo infantil durante estas vacaciones.

Ana salió contenta y se compró una capa de princesas en la puerta. Yo salí contenta de conocer qué era eso. Estoy muy agradecida a Club La Nación ya que nos ganamos las entradas para ver este espectáculo. Recomiendo no pagarlas a menos que el pequeño en cuestión sea realmente fana. Eso sí, si después te pide un viajecito a Disney, preparate.

1 comentario:

  1. a ver todo es un negocio ana lo importante es el show y ya , verle la sonrisa a tu hijo no tiene precio para todo lo demas exite master card

    ResponderEliminar